martes, 17 de enero de 2012


La importancia del hombre

“Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo:

-Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie.

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente:

-Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo.

Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:

- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?

-Papá, -respondió el niño;- yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

Gabriel García Márquez


No hay mejor moraleja sobre el remedio de la sociedad que ésta. Si se quiere mejorar al mundo, habrá que mejorar al hombre. Seguido se escucha en el radio, en los noticieros, en la prensa, incluso en las conversaciones comunes que el mundo y el país están cada vez peor, que así ya no se puede vivir. ¿Pero qué se hace al respecto? Una sociedad es el reflejo de cada una de las personas que la componen. La singularidad hace la colectividad y no cabe duda que la colectividad influye en las personas. Todos queremos una sociedad mejor, no importa que tan pesimista se sea, porque a final de cuentas ésta nos afecta. Podemos echarle la culpa al gobierno, a los malos sistemas educativos y políticos, a las instituciones, pero a final de cuentas retornamos al inicio. Si no hay hombres de calidad no habrá sociedades de calidad. Por lo tanto, el secreto está en él, en su ser, en su actuar, en su pensar. Si se desea un mundo justo, hay que empezar por ser justos y rectos nosotros. ¿Cómo se logra esto? Volviéndonos hombres verdaderos.

Y qué mejor modelo de hombre a seguir que el del Hombre por excelencia: Jesucristo.

Consciente de que muchos podrán diferir en esto último, les propongo algo. Echen un vistazo a las entradas, léanlas, medítenlas y si tienen algo que debatir, comenten. Todas las opiniones son bienvenidas.

El propósito de este blog no es llenarlos de reflexiones románticas, idealistas y sensiblonas, si no compartir la grandeza del hombre y si es posible darles (y darme) un poco de esperanza de que sí existen soluciones a los problemas sociales y que los poseedores de éstas somos nosotros mismos. Sí aclaro que el tinte es netamente cristiano, lo cual no excluye el humanismo y el realismo. Y tampoco me baso únicamente en mi experiencia, no hay que olvidar que los valores cristianos son un ideal y que hay que luchar por poder vivirlos. Pero, no haciendo el cuento más largo los invito a formar parte de este proyecto, espero les guste y recuerden…

¡Hay que echarle sal al mundo!

6 comentarios:

Fernanda Martínez dijo...

"haga hombres quien quiera hacer pueblos" José Martí

creo que sin duda por ahí deberíamos empezar... es un hecho claro que la sociedad está padeciendo el cúmulo de ideas y prácticas qyue han ido aconteciendo desde hace ya bastantes años, no me parece que sea una idea utópica el pensar que se puede lograr, es sólo que sin duda, definitivamente se tienen que hacer cambios de raíz, el problema radica si justamente en nosotros, pero no podemos escapar al hecho de que nosotros somos parte de una sociedad más grande, que se ha ido arraigando a ideas particularmente capitalistas (aclaro, no me parece malo, sólo ha sido llevado de forma incorrecta a la práctica) sin duda creo que bajo este modelo las personas se han ido formando bajo una idea errónea de consumo, "las personas ya no tienen porque valen, valen porque tienen" (Castoriadis) se han comprado la idea de que sin dinero y sin un millón de cosas innecesarias para el día a día no son nadie, y esto no me lo estoy inventando, es el resultado de varias investigaciones que desarrollado en la licenciatura y no son los adultos quien lo dicen, o vaya, no lo escuché de ellos directamente, me lo dijeron adolescentes (14-16 años) que al final del día no son más que el reflejo de quienes en su devenir los van formando, van modelando su pensamiento y sus cuerpos, o sea, la sociedad en general...
los medios de comunicación tristemente han sido utilizados casi en su totalidad para mal informar, para generar miedo, para separar a las personas, es mucho más sencillo dividir a las personas y controlarlas, aún cuando la idea de esta reflexión es que los cambios empiezan desde uno mismo y que individualmente se pueden hacer grandes cambios, yo quiero rescatar la importancia de la unión, mientras más unidos estemos es más complicado que nos puedan vencer y mucho más enriquecedor hacer reflexiones sobre lo que verdaderamente sucede...
a todo esto, la reflexión que comparto esta noche, es que si se deben de empezar a cambiar los pensamientos y acciones de la sciedad, pero a un nivel macro, empezando desde los más chiquitos, en el 90% de las escuelas no le enseñan a uno a pensar, les enseñan a leer y a aprender de forma mecanisista textos sobre pensamientos viejos, que en la actualidad no tienen cabida tal cual fueron escritos en esa época, empecemos por enseñar a los más pequeños a ser críticos, a no memorizar y repetir información sin sentido, a saber desde que postura recibimos información y de quién... enseñémosle a los pequeños a pensar por si solos, preocupémonos porque vuelvan los valores, restémosle importancia a lo material,,, no dejemos a los chiquitos frente al televisor como si fuera la nana, expliquémosles el significado de los contenidos que ven... no los censuremos, démosle la importancia necesaria a lo que ellos tienen que decir, porque para ellos es importante y así cuando crezcan podan educar desde una perspectiva diferente y el mundo puede llegar a ser mejor,,, en los pequeños detalles están los grandes cambios...!!!!

Ita dijo...

El capitalismo y el consumismo... mmm son temas que me causan conflicto. Generalmente no les vemos nada de malo porque hemos vivido todas nuestras vidas permeados con estas teorías. Desde que somos pequeños se nos inculca la idea del tener y del tener más y mejor. Está en cualquier anuncio de televisión, en cualquier película. Es un hábito y una forma de vida bastante cuestionable. Incluso los sistemas capitalistas modernos lo son, pero bueno, eso ya es entrar en otro tema.

Me parece que lo que dices ha dado en el clavo. El secreto está en la educación y sólo así se podrá formar (a un nivel macro) a la sociedad. La pregunta es cómo, ya que lo que nos enseñan en la escuela no es suficiente la responsabilidad recae en las familias, más especialmente en los padres. La familia es la primer escuela de la vida, la educadora por excelencia, los hábitos, las virtudes y los vicios se aprenden de ahí (o al menos la mayoría). ¡Qué gran responsabilidad, ¿cierto?!

Manuel José dijo...

Dices:

"Seguido se escucha en el radio, en los noticieros, en la prensa, incluso en las conversaciones comunes que el mundo y el país están cada vez peor, que así ya no se puede vivir."

Esta es una falsa percepción en la mente humana, la que nos dicta que todo tiempo pasado fue mejor. En realidad actualmente vivimos en lo que podría entenderse como la edad de oro de la humanidad, donde cada vez más personas tenemos acceso a salud y educación y donde la violencia ha decrecido. Podrías ver, si quieres, lo que dice Pinker en "The Better Angels of Our Nature" (2011) acerca de este tema.

No es posible construir algo ignorando los hechos, y el hecho aquí es que lo estamos haciendo bien, al menos mejor que nuestros antepasados y desde luego mejor que aquel pintoresco grupo semítico de hace 21 siglos.

G.R dijo...

Me pregunto, Manuel, en que país vives? No es acaso nuestro país, un país de gente que en su mayoría ha sufrido violencia? No conoces algún caso siguiera? Amigo, familiar, conocido? Robado, extorsionado, secuestrado, abusado, asesinado, amenazado, abortado -y todos los "ados" posibles-, que han vivido la experiencia en carne propia. Pregúntale a ellos si es sólo percepción mental o hechos concretos.
Cincuenta años de vida me dan un margen pequeño pero aceptable para experimentar esa poca diferencia entre el "creciendo o decreciendo".
Podríamos haberlo hecho mucho mejor. Sin embargo, lo importante ahora es lo que HACEMOS...
Hagamos pues!!! No me cabe duda... hay que hecharle sal al mundo.... Y es AHORA...

Manuel José dijo...

G.R Hay problemas en la sociedad, es cierto. Que vivamos peor que antes es mentira, pura percepción por parte de nuestros cerebros homínidos.

La ciencia no se construye con anécdotas.

Ita dijo...

Bueno, ciertamente la ciencia no se construye con anécdotas, así que hay que creer un poco en las estadísticas. Habría de revisar las que hablan sobre los índices de violencia, inseguridad (secuestros, asaltos), enfermedades, calidad de vida, estrés y ansiedad para tener una idea de cómo estamos últimamente. Así sabremos con seguridad cómo estamos a comparación de años anteriores.

Publicar un comentario

Compartir