Estoy segura que el mundo daría un giro de 180° si cada uno de nosotros nos tomáramos cinco minutos al día para reflexionar de qué tenemos que dar gracias el día de hoy, y acto seguido agradecerlo con una palabra: ¡Gracias por…!; con un gesto: devolviendo el favor; o con una actitud: corresponder la generosidad de la persona. No por nada la gratitud ha sido una de las virtudes más reconocidas a lo largo del tiempo e incluso hay una festividad en su honor: El día de acción de gracias.
Es un reto: los cinco por la gratitud… Tal vez sientas que no vale la pena, que es un juego de niños, pero al final del mes descubrirás que tienes muchas cosas más cosas que agradecer que no sabías y recuerda, que los niños son los más agradecidos y hay que aprender de ellos. Así que les propongo 30 días, cinco minutos… y ustedes me dirán cómo les fue.
Algunas preguntas que les puedan ayudar:
¿Hoy alguien me hizo un favor?
¿Los eventos que me ocurrieron el día , ya sean buenos o no tan buenos, me ayudaron en algo?
¿He sido ingrato con algo o alguien?
¿Qué es lo que puedo hacer para reconocer y apreciar a las personas que conviven y trabajan contigo? Algo concreto
¿Me pone incómodo expresar gratitud?
¿Cuántas veces al día paso por alto las oportunidades de decir gracias?
¿Soy agradecido con la vida y los dones que me ha dado?
"Hay que echarle sal al mundo"
Búsqueda de empatía
Hace 12 años
3 comentarios:
Hay que establecer una diferencia entre lo que se agradece tener y lo que se agradece ser.
Casi treinta días de hacer los "5 por la gratitud", en su 1a. parte. Creí que me lista era larga pero no me imaginaba que tan larga podía ser. Cada cosa, cada evento, cada persona, cada situación me susurra: Esta vida está llena de sorpresas valiosas, únicas e irrepetibles... Sin embargo añadiría otros 5 minutos para concretizar el agradecimiento con acciones visibles y directas para el otro (2a. parte). Y si cada uno hiciera sus esfuerzo, ésta ciudad sería un paraíso.... ¡ÀNIMO¡, QUIÉN SE SUMA????
A mí también me sorprendió cómo puede cambiar ún día aparentemente normal, cuando me di el tiempo de agradecer lo que había tenido y SIDO, (gracias Andrés T.) Vale la pena convertir este reto en un hábito de vida.
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