Adam Smith, el padre de la economía moderna, defiende su tésis principal: que el máximo nivel de bienestar social se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual, y nada más que ello. Podría asegurar que así es como pensamos la mayoría, pues los sistemas económicos modernos beben de esta teoría.
Sin embargo, quiero citar a John Nash (sí, tú lo conoces, el mismísimo Russell Crowe en “Una mente brillante”): Smith decía que lo más productivo es que todos en el grupo quieran por sí mismos, eso está mal, le falta algo, porque lo más productivo es que todos en el grupo quieran para ellos y PARA EL GRUPO. Es decir, que no sólo basta obtener el bien individual sino el bien del grupo (sociedad).
Evitar el egoísmo no es cosa de religión o una recomendación humanista, está comprobado matemáticamente en la teoría de los juegos, la misma que le dio a Nash el premio nobel de economía en 1994.
"Hay que echarle sal al mundo"
2 comentarios:
Por mis clases de pensamiento y literatura, sé que el hombre ha perdido la calidez de muchas cosas, así que ha reducido al hombre a una fría forma de existir, donde su problema de raíz no son los principios sino si no el valor que ha dejado de poner en ellos, para descubrir las cosas hermosas de la vida, y construir una sociedad con otros matices.
Ahora bien, reducir la grandeza del ser humano a sólo un Homus economicus, o a una madeja de tenciones psicológicas, creo que es muy reduccionista o utilitarista. El ser humano es desde su esencia capaz de trascender venciendo ese egoísmo, porque el hombre desde su corazón es capaz de amar, creer y razonar. Por la primera sus actos tienen valor de grandeza porque siempre busca que su suma TÚ y YO= sea un NOSOTROS. Por su capacidad de creer, puede trascender y tocar realidades que transformen su entorno. Y por su capacidad de razonar descubre la sublimidad del de un universo y de otras realidades que con sus manos o su corazón no alcanza a descubrir.
El egoísmo siempre ha existido, en algunos más que en otros, en alguna época más en otra menos, lo que falta son personas que den testimonio de lo contrario, permeando todas las esferas del hombre de hoy; medios, redes sociales, @, incluso en el propio entorno en el que nos desembolvemos.
Felicidades escritora ITA! Tiene bonita forma de pensar.
Tienes toda la razón Ita. Y Nash se merecía ese Premio Nobel a la economía por esa excelente deducción que derrumbó siglos de estudios y análisis económicos, con toda la razón por delante.
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